Os contamos la Kedada

Como ya sabéis, el sábado 18 nos reunimos unas cuantas madres para aprender, curiosear, tocar…en definitiva chafardear portabebés.

Era mi primera kedada de portabebés y el de la mayoria de asistentes, así que nos costó un poquito arrancar, aunque en cuanto nos soltamos ya no hubo quien nos parara. Bueno, si. Si no hubiera sido por el cansancio de nuestros peques y el señor encargado de cerrar el local, creo que nos hubiéramos quedado hasta la cena.

 

Me quedé con la sensación de haberme perdido una buena parte del encuentro, pues el afán experimentador en el jardín de Marc y mi hijo Carles, acabó con una urticaria en las manitas, pobrecitos!

Así que he contado con la ayuda de Laksmi y Twilly para explicar cómo fue porque a mi se me pasaron muchas cosas por alto.

 

Según nuestras cuentas, llegamos a ser unas 15 mamis y unos 4 papis, a los padres les tocó hacer de vigilancia de los hijos mayores, a parte de “movilización de mobiliario” ;-), Y alguno como Quique, después de hacernos de fotógrafo, movilizar mesas y  logística farmacéutica (Gracias! Gracias! Gracias!) Todavía tuvo tiempo de aprender con Carmeniesa el Canguro a la espalda.

 

Empezamos en una sala grande sin ventanas y, aunque en el exterior estaba lloviendo, en esa sala hacia mucho calor, así que nos “mudamos” a una sala más pequeña pero con un ventanal al jardín.

 

Comparamos texturas de fulares, aparecieron los elásticos, y pudimos ver un “Loveyduds”,  ( muy chulo, eso si, pero es verdad que la tela era un poco más fina que la de un elástico normal tipo Moby   o Minsá

 

Comparamos mei-tais  CuddlingBaby , AnnaCarrie   pero el BabyHawk  de Chukita se llevó la palma.  😉

 

También se pasó revista a los Pouch, creo que habian de los que vendo Hotslings y algunas madres enseñaron cómo dar el pecho llevando al bebé en uno. Y en éste caso, el pouch de Laksmi de pana verde causó sensación  y aunque me esté mal el decirlo, era de los que vendo yo. 😉

 

Mochilas también habían unas cuantas: Manducas de Glomonras y Carmeniesa, Ergos, Yamo de pana marrón de Laksmi, Beco Carnivale de Lalchis…

 

En cuanto a Bandoleras, aparecieron algunas de Crianza Natural, la Tikamak   de Graz y alguna del Chino.

 

 

Y también pudimos probar la Hipseat   de Laksmi, ideal para cuando los nenes quieren brazos y suelo casi a la vez. 😉

 

Carmeniesa vino con su maleta y creo que llevaba tres muñecos con relleno y todo para probar las diferentes posturas con los portabebés.

 

Y seguro que me dejo unos cuantos de los que hablasteis y yo no me enteré. Si creéis que debería poner algo más me lo dejáis en los comentarios y lo añadiré.

 

Ya espero poder asistir a la próxima que se organice por aquí cerquita y ver también a todas las que no pudisteis venir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Os presento a la família…de portabebés.1

Nunca he vendido ningún portabebé de los que he utilizado, pero creo que pronto le va a llegar el momento a alguno de ellos.

Por eso es el momento de nombrarlos a todos antes de que empiecen a desfilar hacia otros hogares.

Quería ponerlos a todos a la vez pero me salía un post muy largo porque me enrollo mucho, no porque tenga una gran colección, que ya me gustaria.

De modo que iré por partes. Empiezo por el principio y por orden cronológico de adquisición.

 

Bandolera de CN Bandolera de CN

Ésta bandolera fue mi primer portabebés. Me la compré en Crianza Natural y estoy muy contenta con ella. La Tela es de algodón, es finita pero  no resbala en las argollas. Me fue muy bien con mi primer hijo,  y también la usé al principio de nacer mi hija.

 

 

 

 

 

 

Ergo

 

 

 

 

 

Mi Ergo la compré cuando mi hijo mayor ya era un poco mayorcito. Creo que tenía unos dos años, pero acostumbrado a  ir delante con la bandolera y verme la cara, no le gustaba mucho ir detrás.

Es color Burdeos y ha pasado mucho tiempo guardada en el armario, y estoy esperando que el papi se decida a usarla con la niña. (no sé yo…)

 

 

Continuará…

 

 

 

 

 

 

Recuento de los portabebés que vi en les Santes

Debía el recuento de los portabebés que vi en les Santes.

 

Pues  vi

  • 7 mochilas de esas trekineras
  • 3 bandoleras: Una la lleva una conocida mía en color crudo, otra de rallas de colores, y otra  en azul.
  • 6 Ergo (Bueno, en realidad eran 5 ergos y una manduca)
  • 7 babybjörn : Todos los bebés excepto uno, que iban con la babybjorn iban en la posición de frente al mundo, posición no recomendable porque puede perjudicar el correcto desarrollo de la columna vertebral del bebé, sobre todo si son menores de 6 meses. (Quiero hablar algún día de éstos sobre estas mochilas).

 

 

Además, uno de los padres que llevaba la babybjorn, encima iba fumando, y aquí ya no se qué seria peor, si tragar todo el humo mirando hacia el portador, o tragar menos humo y arquear la espalda.

 

Y mi hermana me dijo que vio una chica con un pouch.

 

No vi ningún fular, pero con estos calores, no me extraña. Yo misma lo llevo poquito y sólo por la tarde. Últimamente me apaño más con el pouch o con el mei-tai.

 

Este es el resumen de varios días de fiesta.  Y además podría ser que haya contado más de una vez a una misma persona sin fijarme.

La verdad, me he sorprendido gratamente pues esperaba ver menos de 10.

 

Y  eso si,  aunque estaba a tope de carritos, vi muchísimos bebés y niños en brazos de sus padres, que es lo mejor de todo.;-)  

 

Cómo empezé a ser mamá canguro

 

Este texto lo he escrito para la Red Canguro, así me sumo a las otras madres que han participado en esta original iniciativa de la RC para contar sus inicios con los portabebés.

Esta es mi experiencia:

Al nacer mi hijo mayor, que ahora tiene 4 años, compré una

 

 

bandolera de Crianza Natural. Había leído en los foros de las ventajas de los portabebés y quise comprobar si realmente iba tan bien como decían.  Realmente la encontré muy útil, casi siempre iba con él en la bandolera y cuando tenia que tomar el carrito por cualquier cosa, la llevábamos guardada porque tarde o temprano los bebés se cansan del carrito y quieren brazos y así era mucho más fácil. Me ayudó mucho con los “cólicos”, los llantos inexplicables, o los llantos de sueño, porque era ponerlo en la bandolera y calmarse (casi siempre)  o quedarse frito.

 

 

 

 

Usamos la bandolera hasta que mi hijo mayor tuvo unos 2 años y siempre le he tenido un cariño especial porque fue una gran ayuda en la crianza de mi hijo y me abrió la puerta al mundo de los portabebés. También  compré una Ergo para ir a la espalda cuando ya era mas mayor pero no acabó de gustarle. Creo yo que es porque estaba acostumbrado a ir a la cadera y no le gustaba ir atrás porque no me veía la cara. 

Hace pocos meses nació mi hija pequeña. En los últimos días de su embarazo, pensé que estaría bien tener un pouch y se me metió en la cabeza hacer uno de punto. No tengo idea con las agujas y lo hice como si fuera una bufanda y cosiendo los dos extremos. Pensé que no sujetaría mucho, pero igual lo podría usar con la niña recién nacida. Así que cuando tenia un momento, me liaba a tejer. Recuerdo que cada 2  o 3 pasadas se me dormían las manos y tenia que dejarlo.

Lo tejí en 8 días. Y la noche que lo terminé me puse de parto. Siempre he pensado que mi hija estaba esperando a que terminara su pouch calientito para nacer.

Como nació en pleno invierno, nos vino genial ir abrigaditas y envueltas en el pouch de lana de colores durante las primeras semanas, en casa o en trayectos cortos. Después, al ir creciendo, ya lo dejamos porque empezaba a ceder con el peso.

 Esta foto me la hice justo al acabarlo, esa misma noche empezó a nacer mi hija.

 

En los últimos meses de embarazo, compré un fular Hoppediz, fue una de las pocas cosas que compré para mi hija, pues todo lo tenia prestado de su hermano. No pudo tener mejor comienzo: estrenamos el fular en su nacimiento en casa: La comadrona previó que el expulsivo seria largo y nos propuso la postura “Cabaret”: mi compañero sentado en una silla y yo a horcajadas sobre él, abrazados frente a frente. Cuando venia una contracción él tenia que abrir las piernas y así yo “caía” literalmente y con la “sacudida” mi hija se iba abriendo paso dentro de mí. Para evitar que resbalara la comadrona nos ató a mi compañero y a mí con el fular, así que  estuvo presente desde el primer momento de vida de mi hija.

 

Después ha habido y seguro que habrá mas fulares y más portabebés de todo tipo, pero la bandolera, el pouch casero de punto y el fular que ayudó a nacer a mi hija, son los que más quiero y los que serán siempre especiales para mí.

 

Núria.